La importancia del color radica no sólo en los valores decorativos y de diseño, sino que además, estimula nuestros sentidos y afecta a nuestro estado de ánimo, es por ello, que un uso responsable de los colores en la decoración de nuestro entorno laboral puede mejorar la motivación de los trabajadores y aumentar la productividad. Resulta así muy importante valorar la funcionalidad del espacio de forma que se pueda escoger una tonalidad acorde a las necesidades de los usuarios y a la ambientación escogida.
El 2016 ha estado dominado por el rosa, color del año, un tono pastel suave, fácil de combinar con otros tonos claros y gamas delicadas.
La tendencia parece continuar y el próximo año estos colores seguirán patentes en la decoración de nuestras oficinas, sin embargo, no conviene perder de vista los azules buscando una paleta más positiva y brillante en un salto entre lo anterior y el impredecible futuro en el que las tecnologías como elementos decorativos se asientan.
¿Emoción o razonamiento? Tim Pethick, experto en marketing dice “la razón guía, pero las emociones deciden” Ese momento en el que no recuerdas por qué discutiste con alguien pero sí lo que te hizo sentir, las emociones y sensaciones son mucho más estables y duraderas, de ahí que las empresas estén dando paso a la estimulación de nuestros sentidos para crear experiencias de compra, surge el marketing sensorial.
El olor de las pastelerías o del café que te invita a consumir, el color como referencia visual de marca «piensa en verde» o ese tono de móvil que instantáneamente relacionas con una marca telefónica, se trata de crear experiencias a través de los sentidos que asociadas a un producto provoquen un efecto agradable dejando un recuerdo positivo y perdurable en los consumidores.
Todo comunica, la presentación de los productos, el diseño y decoración del punto de venta, la textura y comodidad de los muebles, la temperatura e iluminación adecuada a la exhibición de los artículos, la música o el aroma como invitación a quedarse y conectar con la marca. Todos los elementos en su conjunto ayudan a mejorar la percepción e imagen de empresa y definir la identidad corporativa. Una estrategia sensorial adecuada puede conseguir multiplicar el éxito de firma exponencialmente creando relaciones cliente-producto únicas y memorables y favoreciendo así la posibilidad de compra.
Los colores son uno de los atributos principales y más reconocibles para una marca lo cual evidencia la importancia de estos a la hora de su elección tanto como para la identidad corporativa como para la presentación de los productos.
Los colores afectan directa y subconscientemente a las personas influyendo incluso en nuestro ánimo, de ahí que los días lluviosos que entornan el ambiente grisáceo tiendan a afligirnos mientras que los días soleados brillantes y luminosos nos hagan sentirnos más enérgicos por ejemplo. Es importante tener en cuenta que factores como la cultura, el género, la edad…pueden influir en la interpretación de los colores produciendo diferentes sensaciones a las buscadas.
Dale un toque de color a tu vida pero escoge sabiamente cuál.